La comunidad islámica Annur abre una mezquita en la calle Uriburu

25 marzo 2017,

KEPA OLIDEN 

ARRASATE,

Hospitalidad. No faltaron el típico té con pastas árabes en la recepción inaugural de la nueva mezquita de la calle Uriburu./ OLIDEN

Han adquirido un antiguo almacén de bebidas de 134 metros cuadrados y planea comprar otro contiguo para las mujeres

La comunidad islámica Annur (luz del paraíso, en árabe) inauguró ayer su nueva mezquita sita en el número 24 de la calle Uriburu en un acto al que asistieron representantes políticos de EHBildu y Baleike-Podemos, el párroco de San Bautista Horacio Argarate, vecinos del barrio y miembros de esta asociación religiosa que agrupa a medio centenar de musulmanes de Arrasate y comarca. Este nuevo centro de culto ha sido acondicionado en un antiguo almacén de bebidas y dispone de una superficie de 134 metros cuadrados. La comunidad islámica Annur ha comprado el local por 70.000 euros pagaderos en 4 años, y ha adecuado el mismo para destinarlo a la «actividad religiosa y a la cultura islámica» distribuyendolo en una sala de oración de 120 metros cuadrados y más un espacio para inodoros.

Esta nueva mezquita se halla no lejos de la que hasta hace pocos meses existió en un bajo del número 22 de la vecina avenida de Uribarri. El fin del contrato de arrendamiento de este local ha obligado a la comunidad musulmana local a buscar un nuevo centro de culto. Pero en el proceso se han producido algunas divisiones en el seno de este colectivo. Parte de los fieles abandonaron la asociación Annur para constituir otra comunidad islámica y fundaron una mezquita en la calle Obenerreka. Este centro de culto funciona oficial y legalmente desde el 19 de octubre de 2016. Se halla enclavado en el número 2 de la citada calle, en la parte más alta de la cuesta, y ocupa el bajo de una antigua carnicería con una superficie de 144 metros cuadrados de los que 112 están destinados a la zona de oración.

Local para mujeres

Volviendo a la mezquita inaugurada ayer en la calle Uriburu, el presidente de la comunidad islámica Annur, Khalid Akkoh Elayyadi, un calderero de 49 años oriundo de Marruecos pero nacionalizado español residente en Oñati y padre de 5 hijos, explicaba que su sala de oración «sólo podrá ser utilizada por hombres». Los preceptos religiosos de esta comunidad no permiten a hombres y mujeres compartir un mismo espacio de oración.

La asociación que preside Khalid tiene planes para resolver esta situación «en cuanto nuestra economía nos lo permita». Se trata de comprar otro local idéntico contiguo que se destinaría al culto religioso femenino y donde además se impartiría la enseñanza de la lengua árabe a todo el que quiera aprenderla.

Un imam marroquí que anteriormente ha oficiado en Gasteiz, Agurain y Eibar se hará cargo de dirigir el culto en la nueva mezquita de la calle Uriburu. Su nombre es Brahim Elkaddi y tiene 40 años. Este clérigo ejercerá además de consejero en materia religiosa para todos los que acudan a este mezquita.

Como en todos los centros de culto islámico, en esta mezquita se celebrarán los actos religiosos de los viernes -un rezo que se realiza de 14.15 a 15.00 horas- así como las 5 oraciones diarias que establece el precepto religioso mahometano y cuyo horario va variando en función de la hora solar.

La comunidad islámica de Arrasate y comarca está formada en su inmensa mayoría por extranjeros. Khalid señalaba que el grueso lo componen feligreses paquistaníes, marroquíes, argelinos y mauritanos, pero añadía que también cuentan con autóctonos entre sus fieles.

Al acto inaugural de ayer asistió entre otro feligreses un musulmán converso natural de Bilbao y euskaldun, de nombre Juan Antonio, que intervino en euskara para explicar las particularidades de esta fe.

El párroco de San Juan Bautista dirigió también unas breves palabras de saludo a los congregados en la mezquita abogando por el entendimiento y el conocimiento mutuo entre las religiones monoteístas como el cristianismo y el islam porque «están para dar paz», declaración que fue recibida con ostensibles gestos de aprobación por los musulmanes de la comunidad Annur.