MURCIA,13 marzo 2017,
laverdad.es/
MANUEL MADRID
Inscripciones en las fosas.Inscripciones en las fosas. / Vicente Vicéns / AGM
El proyecto saldrá a licitación por 175.000 euros y permitirá sumar 1.813 metros ocupados hoy por una pinada junto a la actual mezquita
En la antigua zona de suicidas del cementerio municipal de Nuestro Padre Jesús (El Puntal) el Ayuntamiento abrió en 1997 un espacio reservado para enterramientos de fieles de confesión islámica. Este es el único lugar de la Región de Murcia donde los muertos pueden ser enterrados en posición de cúbito supino lateral y orientados a La Meca, como manda el Corán. Aunque todavía hay 16 fosas libres, el Consistorio obtuvo en 2014 autorización de la Consejería de Sanidad para ampliar el cementerio musulmán ( Al-maqbara), y los técnicos están ya ultimando el proyecto para construir otras 370 fosas, lo que supondrá casi triplicar la superficie actual. Las obras se licitarán este 2017.
Para llevar a cabo esta ampliación, se ha tenido que realizar una modificación del Plan General de Ordenación Urbana para traspasar una zona reservada para ampliación a otro lugar, de modo que pueda ocuparse la parte colindante que actualmente alberga una pinada, lo que permitirá duplicar el espacio actual. El arbolado se conservará en la medida de lo posible; las nuevas fosas se construirán en torno a los pinos, combinándolos con otras especies asociadas a la convivencia de las culturas cristiana, judía y musulmana, como los cipreses, olivos y palmeras.
En 2004 se hizo la primera ampliación, pasando de las 51 fosas iniciales a las 110 actuales. Según la memoria valorada, ahora se podría aumentar la cifra «hasta 370 o 380, de modo que se rondará el medio millar», según detallan el edil de Sanidad, Felipe Coello, y los técnicos Eduardo González, jefe de los servicios de Sanidad, y Juan Antonio Ruipérez, de negociado de Cementerios.
El camposanto está en una esquina de Nuestro Padre Jesús y es el único que hay en la comunidad murciana.
Los cuerpos no pueden ser enterrados directamente en la tierra, según la ley, y se emplean féretros sencillos
La ampliación ya se planteó en 2004, pero se ha ido demorando al considerarse prioritarias otras inversiones. Ahora ya cuenta con el plácet de la autoridad sanitaria regional y el arquitecto Juan Carlos Canosa, de la Oficina Técnica del Ayuntamiento, está terminando la redacción del proyecto que podría salir a licitación a finales de 2017. El precio de licitación estimado rondará los 175.000 euros, con IVA incluido.
Muchos de los enterramientos que hay en el cementerio musulmán de Nuestro Padre Jesús son de párvulos (la mayoría son fetos). El primer oficio se realizó el 2 de marzo de 2006. Ahora la ocupación no es total, «hay cuello para hacer la obra», dice González. Actualmente hay una superficie ocupada de 986 metros cuadrados, y la ampliación proyectada abarca otros 1.813, de modo que la superficie total que ocupará será de casi 2.800 m2. En la Región no hay otros cementerios musulmanes, pero este alberga a fallecidos fuera de Murcia. Un dato ilustrativo es que de las 50 primeras fosas construidas, 30 fueron ocupadas con difuntos de provincias próximas. Con la primera ampliación, se tomó la decisión de acoger solo a empadronados en el municipio. En España hay una veintena de recintos de esta naturaleza, siendo el más antiguo el de Griñón (Toledo), que acogió a muertos de la Guardia Mora que lucharon en la Guerra Civil.
Normas para enterramientos
La Concejalía de Sanidad aplica unas normas consensuadas con la comunidad musulmana para los ritos funerarios. La legislación no se ha adaptado aún, por lo que los cuerpos no pueden ser directamente inhumados en tierra; se hace en féretros de madera lo más sencillos posibles y sin símbolos religiosos. Una persona del mismo sexo, familiar o alguien cercano, lava el cadáver con agua y jabón, en la ceremonia de la purificación -la mezquita tiene lavatorio-, y para el amortajamiento se envuelve el cuerpo en sábanas blancas limpias y nuevas: tres vueltas para el hombre, cinco para la mujer. No se utiliza el embalsamiento ni la cremación; tampoco se realizan velatorios, y los oficios religiosos se llevan a cabo en la mezquita del cementerio, nunca entre las tumbas. Solo en caso de fuerza mayor se permite la autopsia; y, en estos casos, en el proceso debe estar presente un musulmán. Los cadáveres se colocan sobre el costado derecho, mirando hacia La Meca, y sobre la tierra se colocan ladrillos o piedras; rara vez se cubre con mármol, pero hay tumbas ya 'occidentalizadas'.
La Concejalía no hace distingos en el precio de los enterramientos, pues cuesta igual para un súbdito islámico que para un cristiano: 66 euros el servicio público y 1.500 euros la fosa -si no tiene-. Si bien, el trabajo para los musulmanes es mayor por la excavación de la sepultura.